Arrugas… ¡No les tengas miedo!
El origen de las arrugas es multifactorial.
Se trata de un envejecimiento intrínseco, culpa del «reloj».
Además, por acumulación de factores externos, también suscitamos la aparición de las arrugas.
El envejecimiento por el paso del tiempo hacen que el metabolismo y la regeneración de los diferentes componentes de la piel sea lenta.
Hablamos de colágeno, elastina, ácido hialurónico…
en pequeñas cantidades.
Otros factores que originan las arrugas sobre los que sí podemos ejercer alguna acción son:
- El tabaquismo,
- Las radiaciones solares,
- Contaminación, polución del aire,
- Falta de limpieza de la piel…
¡Podemos cuidar mejor nuestra piel!
Tomar hábitos saludables disminuye la aparición de arrugas.
Son cruciales: una alimentación equilibrada, la utilización de protectores solares y, no menos importante, ¡tomar buenos descansos!
Actualmente tenemos herramientas que nos permiten atenuar o eliminar las arrugas.
Enumeraremos: toxina botulínica, rellenos con ácido hialurónico, estimuladores de colágeno.
Además, contamos con hilos re absorbibles, mesoterapia polivitamínica, plasma rico en plaquetas, etc…
Como verás, opciones nos sobran…
Es importante analizar cada caso en particular.
Las arrugas del tercio superior de la cara no son las mismas que las de la zona media o las del tercio inferior, por ejemplo.
Todas ellas son diferentes en sus características.
Como siempre, la combinación de tratamientos tanto médicos como de aparatología, es lo que consigue los mejores resultados.
A veces podremos eliminarlas y otras, atenuarlas significativamente.
Al envejecer, la división celular se hace más lenta.
Disminuye la calidad y la cantidad de la red de elastina y demás elementos que ya hemos comentado.
¡Incluso vamos perdiendo humedad!
Ojeras y tratamiento de la mirada: ¿qué dicen tus ojos…?
Las arrugas aparecen en todo el cuerpo, pero las del rostro tienen una potencia especial.
Existen diferentes factores que influyen en la mirada:
- Arrugas perioculares,
- Flacidez de párpados,
- Hiperpigmentaciones perioculares,
- Bolsas (tanto de grasa como edematosas),
- Surco nasoyugal muy marcado…
Las ojeras también comunican.
¡No dejes que hablen por ti!